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En los últimos meses, Cantabria y todas las regiones (en realidad) ha registrado un preocupante aumento de los delitos violentos, una tendencia que está generando inquietud entre los vecinos y empresarios de la región. Robos con fuerza, agresiones y allanamientos se han incrementado en distintas zonas, tanto urbanas como rurales, lo que ha provocado una creciente sensación de inseguridad. Las autoridades trabajan para reforzar la vigilancia y aumentar la presencia policial, pero la realidad es que la prevención en el ámbito privado se ha convertido en una necesidad prioritaria. Por esto hablaremos con Eslava, experto instalador de alarmas en Cantabria, sobre este tema tan inquietante.

Instalación de alarmas en Cantabria y todo el país

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Instalación de alarmas en Cantabria con sistemas de videovigilancia

Ante este escenario, la instalación de alarmas en Cantabria, con sistemas de videovigilancia, se presenta como una de las soluciones más eficaces para proteger tanto los hogares como los negocios. Estos dispositivos actúan como un potente elemento disuasorio frente a posibles delincuentes, ya que la simple presencia de una cámara o una alarma visible reduce significativamente las probabilidades de sufrir un robo o un acto vandálico. Además, en caso de que se produzca un incidente, las grabaciones pueden servir como prueba clave para identificar a los responsables y facilitar la labor de las fuerzas de seguridad.

En el ámbito empresarial, contar con un sistema de seguridad moderno no solo protege los bienes materiales, sino que también transmite confianza a empleados y clientes. Las empresas que apuestan por la seguridad demuestran un compromiso real con la protección de su entorno y con la continuidad de su actividad. Por su parte, en las viviendas particulares, disponer de una alarma conectada a una central receptora permite actuar de inmediato ante cualquier intento de intrusión, reduciendo el tiempo de respuesta y aumentando la tranquilidad de las familias.

Os ponemos algunos ejemplos de lo que está sucediendo por toda la región:

Tres hombres detenidos por sustraer joyas y objetos valorados en 10.000 euros en Hinojedo

La Guardia Civil ha arrestado a tres individuos, de 57, 55 y 30 años, acusados de haber cometido un robo con fuerza el pasado mes en una vivienda situada en Hinojedo, localidad perteneciente al municipio de Suances. Según la investigación, los detenidos sustrajeron joyas y diversos enseres cuyo valor total asciende a unos 10.000 euros.

El robo tuvo lugar en pleno día, después de que los asaltantes forzaran una ventana para acceder al interior del domicilio. Las pesquisas apuntan a que, mientras uno o varios de los implicados entraban en la vivienda, otro permanecía fuera vigilando la zona. Asimismo, los agentes obtuvieron información sobre el vehículo en el que los sospechosos huyeron tras cometer el delito, logrando identificar algunos datos relevantes del mismo.

Identificación de los sospechosos, todos ellos con antecedentes

Durante el desarrollo de la investigación, los agentes consiguieron identificar a los presuntos autores, todos ellos con antecedentes y conocidos por la Guardia Civil debido a su historial delictivo. Además, se descubrió que el vehículo empleado para la huida figuraba como sustraído, tras haberse presentado una denuncia ante la Policía Nacional el mismo día del robo. Sin embargo, los investigadores determinaron que dicha denuncia era falsa, ya que el coche no había sido robado en realidad. Esta maniobra, según las autoridades, habría tenido como objetivo desviar la atención y dificultar la labor policial.

Finalmente, entre los días 24 de septiembre y 2 de octubre, los tres sospechosos fueron localizados y detenidos. Se les atribuyen los delitos de robo con fuerza y simulación de delito por presentar una denuncia falsa. La Guardia Civil continúa con las actuaciones judiciales correspondientes, mientras se evalúa si los detenidos podrían estar implicados en otros hechos similares ocurridos en la zona.

Constatable aumento de los delitos violentos en Cantabria

En definitiva, el aumento de los delitos violentos en Cantabria pone de manifiesto la importancia de tomar medidas preventivas. Incorporar alarmas y cámaras de seguridad tanto en el hogar como en la empresa no solo es una inversión en protección, sino también en tranquilidad. En un contexto donde la seguridad se ha convertido en una prioridad, contar con tecnología avanzada es la mejor forma de anticiparse a los riesgos y garantizar la paz y el bienestar de todos.

El abogado penalista en Santander, Alberto Bedia Fernández, advierte que el aumento de los delitos violentos y de los robos en viviendas y empresas debe afrontarse no solo desde la prevención física, sino también desde la preparación legal. Según explica, documentar los hechos es fundamental. Si se sospecha de un intento de intrusión o de cualquier conducta delictiva, conviene recopilar todas las pruebas posibles: fotografías, vídeos, testimonios y registros de comunicación. Esta documentación es clave para sustentar una denuncia y agilizar la actuación judicial.

Instalación de cámaras de seguridad en Cantabria

Bedia insiste también en la importancia de denunciar cuanto antes.

El tiempo es un factor determinante para que las autoridades puedan intervenir de manera eficaz y reunir pruebas válidas. Retrasar una denuncia solo favorece la impunidad del autor del delito. Además, recuerda que toda persona tiene derecho a una defensa adecuada, por lo que es esencial solicitar la presencia de un abogado desde el primer momento, especialmente en situaciones de detención o interrogatorio.

Desde el punto de vista preventivo, el abogado cántabro recomienda instalar sistemas de seguridad visibles, como cámaras y alarmas conectadas a centrales receptoras. Estos dispositivos no sólo disuaden a los delincuentes, sino que también pueden proporcionar material probatorio ante los tribunales. Asimismo, aconseja revisar que la instalación de cámaras de seguridad en Cantabria cumpla con la normativa de protección de datos y privacidad, para evitar responsabilidades legales derivadas de un uso indebido de las grabaciones.

Otro aspecto que destaca Alberto Bedia es la importancia de contar con un seguro adecuado que cubra robos, daños y responsabilidad civil. Este respaldo puede aliviar las consecuencias económicas y servir de apoyo en la acreditación del delito ante la justicia. A nivel doméstico o empresarial, el abogado recomienda formar a las personas del entorno en protocolos básicos de seguridad: cerrar bien puertas y ventanas, evitar divulgar información sensible y saber cómo actuar ante una situación de riesgo.

Alberto Bedia, abogado penalista en Santander

Alberto Bedia subraya que la calma y la prudencia son esenciales en caso de enfrentarse a un incidente. Lo recomendable es no actuar de manera impulsiva para mal, siempre priorizar la seguridad personal e intentar contactar con las fuerzas del orden y preservar cualquier evidencia que pueda servir en un procedimiento judicial. Concluye recordando que una buena asesoría legal preventiva es la mejor inversión para evitar problemas mayores: “La seguridad no sólo se consigue con cerraduras y alarmas, también con conocimiento y previsión en general”.

Aumento de delitos de intimidación violenta a domicilio en Cantabria

Hay una cierta modalidad de actuaciones delictivas que es especialmente preocupante en los últimos tiempos y que preocupa a mucha gente que son víctimas potenciales de estas bandas. En los últimos meses, Cantabria ha visto emerger una preocupación creciente relacionada con delitos que combinan el chantaje, la extorsión y las amenazas con supuestos sicarios o cobradores de deudas, legales o no legales, que muchas veces ni siquiera existen (como es el caso de la famosa extorsión por servicios no pagados de chicas de alterne). Aunque no todos los casos son exactamente iguales, los informes policiales y las noticias revelan patrones y metodologías que indican una sofisticación e implicaciones cada vez mayores para las víctimas, con gran dificultad para las autoridades a la hora de garantizar nuestra seguridad ciudadana. La Policía y el sistema judicial se ven un poco impotentes cuando las propias víctimas rehúsan a acudir a ellos por miedo, debido a diferentes causas.

No pasó nada allí porque había cámaras grabando

Por ejemplo: personas que mantienen deudas reales y que son amenazados e incluso visitados físicamente, por sujetos intimidantes, que les advierten de las consecuencias de no pagar sus posibles deudas e incluso son directamente agredidos para aumentar su pánico y que paguen antes. Una persona que fue visitado por una de estas bandas, en su lugar de trabajo, describía cómo su esposa fue intimidada en la tienda en la que trabajaba, pero que no pasó nada allí porque había cámaras grabando.

En cambio, en mi oficina, debido a que no contábamos con esas medidas de seguridad, un empleado de mi empresa sufrió una agresión física, razón por la cual se ha dado de baja. Le golpearon para preguntarle dónde estaba yo y luego fueron a por mí, pero nada de esto quedó grabado y el miedo es tan grande que pagas cuanto puedes en ese mismo momento.

La verdad es que no me extraña nada que haya por ahí este tipo de cobradores sin frac

Como decía un empresario de la región, acosado por las deudas:

Aunque ganes los juicios por morosidad, como muchas veces son personas o empresas insolventes, te encuentras con que no cobras de todas maneras, por lo que tu desesperación se maximiza. La verdad es que no me extraña nada que haya por ahí este tipo de cobradores sin frac, con medios menos ortodoxos, pero que de verdad funcionan, porque la Justicia que tenemos no funciona.

Otro de los rasgos más alarmantes en los últimos tiempos es el uso de medios digitales para efectuar estas amenazas. En operaciones como la denominada Mesotis, realizada por la Guardia Civil, se ha detenido a personas que extorsionaban a residentes de Cantabria mediante métodos de “sextorsión”, advirtiendo con “mandar sicarios” si no se efectuaban pagos.  Estos métodos combinan el chantaje emocional, amenazas físicas implícitas o explícitas, y el uso recurrente de mensajes agresivos cuando la víctima no accede a pagar de inmediato.  Además, se han registrado casos en los que grupos criminales han operado desde fuera de Cantabria, coordinando líneas telefónicas, cuentas bancarias intermediarias, múltiples dispositivos de comunicación y amenazas que explotan el temor de las víctimas a represalias físicas. En ocasiones, los delincuentes se presentan como si trabajaran para redes mayores, usan imágenes robadas de redes sociales, falsean identidades, lo que amplifica la sensación de vulnerabilidad de las personas afectadas.

La criminalidad general en Cantabria ha aumentado

Aunque no se dispone aún de estadísticas que cuantifiquen todos los casos, ciertos datos apuntan a que la criminalidad general en Cantabria ha aumentado, y que ciberdelitos y estafas online son de los que más han crecido.  Estas tendencias sugieren que los esquemas de extorsión con amenazas son un componente significativo de ese aumento, sobre todo los vinculados al entorno digital.

Este fenómeno trae aparejados varios efectos negativos:

Daño psicológico a las víctimas, que sufren miedo, humillación, ansiedad, incluso trauma por las amenazas, la incertidumbre y la presión constante.

Repercusiones económicas, pues muchas víctimas pagan cantidades importantes para evitar que sus amenazas se materialicen, o para detener el acoso, incluso cuando no hay garantías de que esto surtirá efecto.

Desconfianza institucional y social, por la percepción de que estos delitos son difíciles de denunciar, que las amenazas no se toman lo suficientemente en serio, o que la justicia responde lento.

Complicaciones jurídicas, ya que determinar la responsabilidad penal (quién amenaza, quién coordina, quién recibe el dinero) exige investigación tecnológica, cooperación entre distintas comunidades autónomas, rastreo de redes de telefonía, etc.

A pesar de la gravedad, también se aprecian esfuerzos de respuesta: desarticulaciones de grupos criminales, detenciones, operaciones policiales que cruzan fronteras regionales, y una mayor visibilidad del problema en los medios y las autoridades. Pero parece claro que las herramientas legales, la prevención, la concienciación ciudadana y la protección de las víctimas requieren refuerzo.