En nuestra gestoría en Santander te ayudamos con la deriva de la inflación y los impuestos. Los hogares españoles aún no recuperan el nivel de renta de 2008, pero pagan más IRPF, según Funcas. Quince años después de la crisis financiera de 2007, que tanto se empeñó el Gobierno de entonces en negar, las familias españolas no han logrado recuperar su poder adquisitivo real. Así lo refleja un informe elaborado por el economista Desiderio Romero-Jordán y publicado en la revista Cuadernos de Información Económica, editada por Funcas. El estudio advierte de que, aunque la renta neta media de los hogares en 2024 sigue por debajo de la registrada en 2008, el esfuerzo fiscal, en especial a través del IRPF, es hoy superior al de entonces.

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El análisis pone el foco en la evolución de los principales tributos, siendo el IRPF el que más ha contribuido al aumento de la recaudación. En 2024, los ingresos fiscales por IRPF, IVA, Impuesto de Sociedades e Impuestos Especiales crecieron un 8,1%, lo que equivale a más de 21.000 millones de euros. De esa cantidad, cerca del 40% proviene del IRPF, consolidándose como el principal motor de recaudación del Estado.

Uno de los datos más llamativos del estudio es que el índice de carga media real del IRPF alcanzó en 2024 un valor de 114,4, mientras que el índice de renta neta real se situó en 95,7 respecto al nivel base de 2008. Esto significa que, aunque los hogares ganan menos en términos reales, están soportando una mayor presión fiscal directa que antes de la crisis.

Romero-Jordán señala que uno de los factores que explican esta discrepancia es la falta de actualización del IRPF en función de la inflación, especialmente en los años posteriores a la pandemia. Esta falta de ajuste ha generado un efecto conocido como “progresividad por inflación”, donde el contribuyente paga más impuestos pese a no haber mejorado realmente su capacidad económica.

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El estudio concluye que los hogares españoles siguen lejos de alcanzar los niveles de renta previos a la crisis de 2008. Y mientras tanto, la carga fiscal sigue creciendo, dificultando aún más la recuperación del poder adquisitivo. Según las proyecciones del autor, si no se revierte esta tendencia, pasarán aún varios años antes de que los niveles de renta real puedan equipararse a los anteriores a la crisis.

El economista Desiderio Romero-Jordán advierte que el fenómeno conocido como “progresividad en frío” —cuando los impuestos aumentan por efecto de la inflación sin que se actualicen los tramos fiscales— tiene un impacto acumulativo. En ausencia de medidas que corrijan esta situación, la pérdida de poder adquisitivo continuará afectando a los hogares. A su juicio, cualquier avance en la renta real derivada del trabajo dependerá de una mejora sostenida en la productividad.

Por otro lado, el informe también analiza la evolución de la presión fiscal vinculada al IVA. En 2024, esta se situó en torno al 5,7% del PIB, una cifra muy similar al promedio del periodo pospandemia (5,8%) y al nivel alcanzado en 2019. Entre 2021 y 2024, el Gobierno aplicó una serie de rebajas temporales al IVA de bienes esenciales como la electricidad, el gas y ciertos alimentos, dentro del llamado “escudo fiscal”.

La inflación se une a la subida generalizada de impuestos en el castigo a los hogares

Sin embargo, esas reducciones fueron parcialmente neutralizadas por el efecto inflacionario, que incrementó la recaudación. Según los cálculos del experto, el IVA representó un coste adicional medio por hogar de 75,7 euros en 2021, 195,2 euros en 2022, 98,6 euros en 2023 y 69,2 euros en 2024.

Con el fin progresivo de estas rebajas fiscales, la recaudación por IVA aumentó notablemente en 2024, alcanzando los 6.632 millones de euros. En consecuencia, Romero-Jordán estima que la tendencia al alza de la presión fiscal por este impuesto continuará en los próximos años, especialmente si se mantiene la proporción de consumo gravado con IVA sobre el PIB, que desde 2021 promedia el 41,2%.

En nuestra gestoría en Santander te ayudamos a superar esta grave crisis que no parece terminar ni en 20 años, por estar todo este tiempo tan mal gestionados desde la política, aunque algunos pretendan ocultar el sol con un dedo.