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La estación de Ferry de Santander es uno de los más icónicos ejemplos de brutalismo con hormigón en Cantabria.

Los animales de Cabárceno están convenientemente alojados y asegurados gracias a la acción diaria y silenciosa de estas grandes infraestructuras de hormigón en Cantabria: los recintos más grandes para la mayor comodidad de las especies.

Recorremos algunos de los mejores ejemplos de obras de hormigón en Cantabria y el mundo

Panorama Hotel Ski Resort in Štrbské Pleso, antigua Checoslovaquia. (1970s)

El atrio de la terminal TWA de Eero Saarinen en el aeropuerto JFK fusiona arquitectura y emoción a través de su diseño dramático. Las icónicas escaleras divididas, integradas perfectamente en las curvas orgánicas de la terminal, se destacan gracias a los tragaluces que inundan el espacio con luz natural. Las alfombras originales de un vibrante color rojo, un elemento distintivo, aportaban un contraste audaz al concreto blanco y al terrazo, guiando a los viajeros con calidez y sofisticación. Inaugurado en 1962, este interior redefinió el diseño aeroportuario, ofreciendo un espacio que celebraba tanto el viaje como la belleza del vuelo.

El arquitecto Gordon Bunshaft concibió el Museo Hirshhorn de 1974 como “una gran pieza de escultura funcional”. La fotografía en blanco y negro muestra la arquitectura brutalista del museo en Washington D.C. El edificio cilíndrico presenta formas curvilíneas que crean un perfil impactante frente al National Mall. Los visitantes interactúan con esculturas al aire libre bajo las amplias curvas del edificio, lo que resalta la escala imponente de la estructura y la integración del arte con el espacio público abierto.

Foto de Ezra Stoller, circa 1974.

”¿Estanque? Sí. ¿Agua? No. Aquí, en pleno corazón de Santander, tenemos el primer ‘estanque a la plancha’ de la historia. Ideal para patinar, jugar a la peonza o filosofar sobre la sequía urbana. Un jardín sin flores, un estanque sin agua… ¡Sólo falta una fuente sin fuente! Vamos, mantenimiento, que este rincón pide alegría a chorros. Un estanque debería ser mucho más que este monumento al hormigón en Santander.

El agujero con forma de rata de Chicago

En la banqueta de West Roscoe Street, en el vecindario de Roscoe Village en Chicago, Illinois, se encuentra un peculiar agujero con forma de rata que ha captado la atención de locales y visitantes. Aunque ha existido durante décadas, fue en enero de 2024 cuando se volvió viral en internet, transformándose en una inesperada atracción turística. El New York Times lo describió como el «Stonehenge de Chicago», debido a que su origen sigue siendo un misterio.

Ese mismo mes, alguien intentó sellarlo con una sustancia desconocida. Sin embargo, una mujer intervino y logró remover el tapón, restaurando el agujero a su estado original. Aún se desconoce qué lo provocó, pero ha estado presente tanto tiempo que incluso aparece en imágenes captadas por el coche de Google Maps desde 2008.

En 1967, se construyeron en Indianápolis, Indiana, las torres angulares brutalistas de la compañía de seguros College Life Insurance Company. Diseñadas por los arquitectos Kevin Roche y John Dinkeloo, estas estructuras de concreto con forma semi-piramidal se erigen como un audaz ejemplo de la arquitectura brutalista. Conocido por su uso de materiales en bruto y formas geométricas, este complejo icónico ejemplifica el enfoque experimental del modernismo en la arquitectura corporativa de la época.
(Fotógrafo desconocido, circa 1969)

Restaurante abandonado Otočec, por Miloš Lapajne (1966). Otočec, Slovenia.

Roberto Conte (2024)

El Sanatorio Druzhba del arquitecto Igor Vasilevsky, con vistas al mar Negro en Yalta, Ucrania, es un ejemplo icónico del brutalismo soviético. Diseñado a principios de la década de 1980, el sanatorio refleja el espíritu arquitectónico de la época, caracterizado por formas geométricas imponentes y un uso intensivo del concreto. Esta estructura se ha convertido en un símbolo de las prioridades y la estética arquitectónica soviética, reflejando un enfoque monumental pero funcional en el diseño.
Frederic Chaubin, 1985.

El Concrete LC2, diseñado por Stefan Zwicky en 1980, reinterpreta el icónico sillón LC2 de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand. La versión de Zwicky, titulada «Grand confort, sans confort, Dommage à Corbu», reemplaza los materiales tradicionales por concreto y acero, creando un contraste marcado con la elegancia minimalista del original. Cada pieza, parte de una edición limitada de 35, lleva una placa metálica con la inscripción: “Great comfort, without comfort, homage to Corbu, Stefan Zwicky, 1980, artist’s proof”. Producida por primera vez para la exposición «Vor dem Abbruch» en el Kunstmuseum de Berna, la silla mide 76 cm de alto, 70 cm de ancho y tiene 66 cm de fondo.


El puente de Miraflores cumple 30 años como emblema de la ingeniería en Bilbao

Este lunes se conmemoran tres décadas desde que el puente de Miraflores comenzara a operar, conectando los barrios de Miribilla, Santutxu y Bolueta sobre un imponente arco de hormigón que se eleva 50 metros sobre la ría de Bilbao. Esta singular estructura, proyectada por los ingenieros Juan José Arenas de Pablo y Marcos Pantaleón, fue la primera en construirse sobre la ría tras el puente de La Salve en 1972.

1931, Madrid. Casa de las Flores. Arquitecto: Secundino Zuazo. Racionalismo. Calles Hilarión Eslava, Rodríguez San Pedro, Gaztambide y Melendez Valdés.

Un hombre salvó la vida por poco cuando una enorme grúa se derrumbó sobre él, impactando en unos bloques de hormigón que dañó de tal forma que nadie dudaría de cuál hubiera sido el resultado de haber golpeado así su cabeza. El hombre pudo deslizarse entre esos enormes bloques de hormigón y zafarse así de una muerte segura.

De forma no menos surrealista, un tren quedó suspendido en el aire gracias a un monumento en forma de cola de ballena.

¿Te apetece tomarte una cerveza con tus vecinos sin salir de tu país? En este triángulo centroeuropeo sí es posible.

Estamos rodeados de arte, aunque muchas veces nuestro consciente no sea capaz de saborearlo como es debido. En la imagen, un icono del arte con hormigón en Santander: brutalismo puro a nuestro alcance.

El hormigón ha conseguido mejorar las condiciones de vida y trabajo de los ciudadanos hasta niveles impensables hace generaciones. En la foto, el avance de las barriadas del extrarradio de Madrid sobre los míseros poblados.

Puente a ninguna parte. Esto ocurrió en Honduras, donde el cambio del curso de un río dejó un puente completo sin funcionalidad.

En las siguientes imágenes, podemos ver lo que yace enterrado bajo el hormigón y el alquitrán de la zona central de Ciudad de México. No solamente las construcciones prehispánicas, como los templos donde se realizaban tantos sacrificios, sino la propia arquitectura posterior de tipo europeo se encuentra en gran parte enterrada bajo toneladas de cimientos actuales.

Barcos de hormigón: la sorprendente solución naval ante la escasez de acero en la Segunda Guerra Mundial

Cuando se piensa en los materiales tradicionales de construcción naval, lo más común es imaginar madera o acero. Sin embargo, durante aproximadamente siglo y medio, el hormigón también tuvo su lugar como material estructural en la fabricación de embarcaciones, especialmente en tiempos de guerra, cuando la disponibilidad de acero era crítica.

Todo comenzó en el siglo XIX, cuando el francés Joseph-Louis Lambot construyó una pequeña embarcación utilizando una estructura de alambre recubierta de cemento. Su invento, que más tarde se conocería como hormigón armado, fue presentado en la Exposición Universal de París de 1855. Aunque en su momento no generó mucho interés comercial, sentó las bases de una idea que ganaría relevancia décadas más tarde.

El verdadero impulso llegó con el ingeniero italiano Carlo Gabellini, quien en 1896 desarrolló el Liguria, el primer barco de hormigón armado preparado para navegar en mar abierto. A pesar de sus limitaciones, el hormigón ofrecía ventajas únicas: era resistente a la corrosión, ofrecía buen aislamiento térmico y presentaba menor riesgo de incendio, lo que lo hacía útil para transportar mercancías perecederas.

Sin embargo, fue durante la Primera Guerra Mundial cuando la construcción de barcos de hormigón se volvió una necesidad más que una elección. La enorme demanda de acero para el esfuerzo bélico obligó a buscar alternativas. Así nacieron cargueros de hormigón en varios países, y en 1917 el barco noruego Namsenfjord demostró que este material también podía usarse en embarcaciones autopropulsadas.

Estados Unidos tomó nota y creó el programa Emergency Fleet Corporation, con el objetivo de fabricar 24 barcos de hormigón. Aunque la mayoría se completó tras el final del conflicto, algunos como el SS Faith y el SS Selma llegaron a operar como cargueros y petroleros, respectivamente.

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